Presencia en la ronda de noche
Vete, así en tanto apareces regresa a tu pincelada,
a la anterior dimensión de la palabra desconocida.
Vete, así en tanto apareces regresa a tu pincelada,
a la anterior dimensión de la palabra desconocida.
Navega el cielo al mar cuando es de día
y vuela el mar al firmamento cuando eres noche.
Vine con una espiga en el pecho enredada.
Las líneas van a parar a un punto desprovisto de ojos.
Tampoco es el infinito, se juntan en vértices de pestañas.
Se vuelcan las lágrimas salpicando al colibrí del pozo.
Acontece una lluvia que solo suena envuelta en sueño.
Dejé queriendo la puerta abierta,
y en la cerradura las llaves colgando.
Yo supe del rostro que a mí me mostraba
en la entrada del espejo que me reflejaba.
Cuando caigo elevas tu mirada.
Ahí arriba, en lo alto y en movimiento
Me pregunto qué de mí se fue volando
que despegó el brazo de tu cuerpo.