Veintiuno, Doce, Veintitrés.

De un plumazo aparece la noche,
envuelta en tinta para esta mano.
Se consumieron las velas,
se desterraron las voces
y se alarga el frío.
Pero algo ilumina mis sentidos,
respira, escucha melodiosa…
Aún queda tiempo de vigilia
a la sombra de un sol ausente.

Nunca brilló más el día
que hoy con su larga noche.

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