Al agua soy canción

Contemplo un hueco en las palmas de mis manos.
Sus paredes y el vacío que guardan hacen música.
El eco me llega y pronuncia palabras que creí olvidadas,
quizá causa de lo que alguna vez en ellas sostuve.

Tengo sed del lago vibrante donde las piedras brincan.
Agua que cae entre mis dedos y no alcanza mis labios
¿Y ahora? No respiro y no calmo mi angustia de beber.
Me voy hundiendo, mis alas nunca fueron branquias.

Ese líquido que roza mis ojos porque los ve llorosos
y me baña por fuera del cuello porque huye de mi sed,
por si la muerte la saciara dadas mis plumas mojadas.
Pero le grito que mi naturaleza no es de aire, sino de agua.

Dime si el viento no trae las gotículas de tus adentros;
porque se apiada de mí y de la necesidad que te tengo.
Me permites flotar en tu superficie más que la tierra
y sumergirme para llorar sin que nadie me vea.

Yo te surco a ti y al espejismo del cielo en tu claridad,
incluso me muevo como las nubes ceñidas de azul.
Y en las profundidades suplico el elixir en mi garganta,
que mi canto dejó con sed mi aliento, porque soy del agua.

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