Carta al mar

Al mar, murmullo de corrientes.
Hiciste de mis venas tu retorno.
Eres la madre de nuestra callada orfandad.

Ya me voy acomodando a tu costado.
A veces creo que me buscas
y llega la espuma que es aire,
invitándome a tu oxígeno disuelto.
Partes con las olas las estrellas,
acoges el lloro de las tormentas.
Mis llagas con espinas adolecen
por la tortuga solitaria y libre.
Temo adentrarme y necesitarte.

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