La huida del gesto
Con la urgencia de aquel que presiente el final de sus días, el joven jardinero cabalgó sin demora por el árido desierto; ignorando que acudía a la cita de la que tanto huía.
Con la urgencia de aquel que presiente el final de sus días, el joven jardinero cabalgó sin demora por el árido desierto; ignorando que acudía a la cita de la que tanto huía.